En la plaza de Toros de
Alcázar de san Juan, con tiempo agradable y un cuarto de asistentes en los tendidos, se dio el Festival Taurino programado para el domingo, que en esta edición fue concurso de ganaderías, según informa
El Semanal de la Mancha.
Abrió plaza Ángel Carmona, indudablemente con el mejor novillo de la tarde. El torero, que actualmente es subalterno profesional, lógicamente estuvo a la altura y protagonizó la faena más completa de la tarde. El novillo le facilitó el lucimiento, pues tenía clase, bravura y recorrido; y Carmona estuvo bien, toreando con temple al del Castillo de Azuel (premio al mejor novillo), e incluso de rodillas. Gustó el torero, que demostró estar muy puesto. Mató de estocada y cortó las dos orejas.
En segundo lugar, participó Óscar Castellanos, organizador del festejo, y al que tenemos que dar la enhorabuena pues todo salió a pedir de boca. En cuanto a su actuación, con un novillo de Los Ronceles, al que le faltó fuerza aunque sí tuvo clase, el torero alcazareño estuvo bien, con técnica, algo lógico pues fue otro de los intervinientes profesionales. Y eso se nota. Pero el novillo no acompañó y no pudo estar como al torero le hubiera gustado. Lo mató de estocada y cortó los dos apéndices.
Rafael López, con un novillo de Las cuadrillas, cuajado y fuerte, estuvo bien, pero fue el más complicado de la tarde, variable en sus comportamientos y sin fijeza, aunque Rafa estuvo por encima de su oponente, consiguiendo tandas de mérito, muletazos de técnica y ritmo. Nos gustó el torero madrileño. Con el capote estuvo bien y con la muleta muy puesto, en una faena complicada que solventó con soltura. Estocada y cortó las dos orejas.
Había expectación, por parte de muchos aficionados, por ver a Pablo Bermúdez; y no defraudó, aunque le tocó en suerte un novillo de "El Patas", Juan Ruiz Palomares, con buenas hechuras, clase y bravura, que exigió al torero estar firme y hacer bien las cosas. Inició con el capote en el tercio, con gusto, firmeza y temple; el novillo le apretó, cosa que resolvió con soltura. En la faena de muleta, nos gustaron las formas, pues toreó con temple, arte y largura, con tandas bien rematadas y de gusto. El novillo colaboró, pues iba y venía con calidad; y el torero, lo entendió, consiguiendo construir una faena brillante y del gusto de todos. Con la espada no estuvo fino, cosa normal, pues es complicado para los que torean poco. Aún así, el torero de Guarromán consiguió el trofeo al Mejor Toreo de Arte.
Diego Ortega, lidió un novillo de Enrique Ponce que transmitió poco a los tendidos, pero el torero alcazareño estuvo sobrado con él. Lo recibió de capote con gusto y temple; y con la muleta toreó con poderío y buen gusto, pues el novillo se dejó. Diego estuvo por encima de su oponente haciéndole bien las cosas, pero el novillo tenía muy poca fuerza y para el toreo que practica Diego no servía, pues él necesita más transmisión enfrente, ya que le sobran decisión y valentía.
Víctor Rivelles, de la Escuela Taurina “El Capote” alcazareña, con un novillo de Luis Ramírez con calidad pero poca fuerza, estuvo bien, haciendo las cosas despacio, algo que no es poco para lo joven que es. Puso un par de banderillas al violín, de buena ejecución. Con la muleta hizo una faena de temple y buen gusto, toreando despacio y bien, con clase y técnica. Nos gustó Víctor, aunque debe seguir evolucionando pues se le nota que va a más y mejor.
En resumen, un festival entretenido que pudo celebrarse a pesar del mal tiempo, con buena actuación de los intervinientes y buen ambiente de domingo taurino.