La Fiesta de los Domingos de Mayo de Priego de Córdoba, declarada de Interés Turística en Andalucía, destaca en el calendario festivo local por ser la celebración prieguense más genuina. Su permanencia a lo largo del tiempo, la causa que provocó su origen y su propia forma externa, son aspectos suficientes para darle una configuración propia y particular. Fuertemente arraigada en el pueblo, a lo largo de sus más de trescientos cincuenta años de celebración, se ha mantenido y han llegado hasta nosotros con una fuerte pujanza y esplendor.
Punto culminante de los cultos de cada Hermandad es la procesión
que se realiza en la tarde de cada domingo.
Al contrario que en la Semana Santa, los desfiles procesionales de Mayo no son de penitencia sino claramente festivos; en consecuencia, las túnicas y capirotes se sustituyen por largas hileras de mujeres con traje negro de gala y mantilla española, los cofrades acompañan a la imagen que ha sido adornada con el máximo esplendor en sus más lujosos tronos y los costaleros visten uniformes.
La financiación de las hermandades ha dado origen a otra de las tradiciones más genuinas de este municipio: las
rifas. Cuando a mediados del siglo XIX comenzó a darse un mayor auge a las fiestas de Mayo, se recurrió a una suscripción voluntaria entre los hermanos de manera que no podía gastarse más de lo recaudado; estos ingresos y gastos se contabilizaban aparte y en ocasiones alcanzaban una cantidad similar al presupuesto anual de la Hermandad. Pero pronto se comprobó que otra fuente de financiación, las subastas de objetos regalados, producía abundantes ingresos y además, permitía prolongar la fiesta una vez terminada la procesión.