Noche sin trofeos en la cuarta novillada del abono sevillano.
Aquilino Girón, Parrita y Pablo Páez no pudieron alcanzar la meta del
triunfo con una novillada de Soto de la Fuente que no se prestó
demasiado. No hubo ni una sola vuelta al ruedo aunque los
tres actuantes, cada uno en su estilo, dejaron algunos detalles
interesantes.
Se lidiaron novillos de Soto de la Fuente
, bien presentados y de escaso juego.
Aquilino Girón
, silencio y silencio.
Cristóbal Ramos 'Parrita'
, silencio tras dos avisos y silencio tras aviso.
Pablo Páez
, silencio tras aviso y silencio.
Aquilino Girón recibió al primero
de la tarde con una larga cambiada en
el tercio y lances ganando terreno. El novillo manifestó falta de fuerza
en los primeros tercios y llegó a la muleta con nobleza pero sin
transmitir. Aquilino lo intentó por ambos pitones,
sobresaliendo algunos momentos al natural hasta que el novillo se apagó
por completo. Mató de estocada desprendida y fue silenciado.
En el cuarto
, Aquilino Girón se fue a portagayola resultando desarmado y
no pudo lucirse de capa. Brindó a su banderillero y apoderado Antonio
Jimenez 'Ecijano II' y comenzó la faena con las dos rodillas en tierra
en los medios. El novillo, aunque mansito,
se dejó en el primer tramo de faena, mostrándose dispuesto Aquilino en
todo momento. Sufrió una voltereta al final del trasteo ya con el astado
más parado y orientado.
Cristóbal Ramos 'Parrita' no pudo lucir con el capote porque el segundo
novillo salió suelto de las suertes. También manseó en el caballo,
derribando de forma espectacular al picador que hacía puerta y propinó
un susto al banderillero Pedro J. Mariscal a la
salida de un par. Parrita brindó a Octavio Mulet, cirujano jefe de la
plaza, pero el de Soto de la Fuente llegó imposible a la muleta por
manso, parado y a la defensiva. Tanto es así que le propinó una fea
voltereta al entrar a matar de la que por fortuna
salió ileso. Se eternizó con el descabello y escuchó dos avisos.
Parrita pudo lucir más con el capote en el quinto
, un novillo que llegó
aplomado a la muleta. A base de dejarle la muleta puesta logró ligar con
la derecha, componiendo bien la figura en dos series. También logró
algún natural suelto con buenas maneras hasta
que el animal se paró. Mató de estocada.
Pablo Páez mostró buenas maneras con el capote en el recibo al tercero
.
El novillo fue castigado con contundencia en el caballo pero se movió
mejor que los dos primeros en la muleta, permitiendo al sevillano
componer buenos muletazos. Sobresalieron las dos
primeras series al natural que hicieron sonar la música. Hubo menos
acoplamiento con la derecha y la faena tocó a su fin. Mató de estocada
desprendida.
Tampoco fue buen colaborador el sexto
, que se quedaba corto y reponía,
obligando a Pablo Páez a rectificar constantemente la posición entre
muletazo y muletazo. Lo intentó el sevillano con más voluntad que
acierto dada la complicación de su enemigo.