Una gran jornada fue la que vivimos ayer en el
`Tentadero El Ardel´, en tierras de Cañada del Rosal (Sevilla), con motivo de celebrarse la
II Convivencia Taurina, organizada por la plataforma `Écija quiere toros´.
En ella, por primera vez se puso delante de una becerra, la cordobesa-pozoalbense, Rocío Castro. Un nuevo valor de la torería cordobesa, que, como todos los asistentes comentaban tras debut, "por lo menos se ha quedado quieta, con lo díficil que es en tu primera vez. Y más, en un día de tanta responsabilidad y ante tanta gente".
A lo que yo le añado, como muchos, que "lo demás, ya vendrá, o lo aprenderá".
Junto a Rocío, también actuaron ante la boyante `becerrita´ de la ganadería de Astolfi, los ecijanos, David Jiménez
y `El Crespo´, y el cordobés, `Villeguitas´, otro chaval cordobés que anda muy bien, pese a su corta edad, y que nos demostraron, con su buen hacer, que hay futuro.
Tras la actuación de los chavales, pasa a nuestra memoria a largo plazo el buen ambiente
que vivimos, en el que conocimos a un montón de buenos aficionados, la mayoría jóvenes, y tuvimos el placer de volver a departir un buen rato, -que llevábamos muchos años sin hacerlo-, con el banderillero ecijano, Francisco Oterino `Currillo´, que fue la cabeza visible de esta II Convicencia Taurina.
Añadir por último, que a lo largo de toda la jornada estuvo también
muy presente
en nuestra memoria, el gran aficionado pozoalbense,
Luis López, abuelo de Rocío, que, casualmente, en el día de ayer se cumplió el décimo primer aniversario de su fallecimiento.
Nota: Para ver las
instantáneas
de la II Convivencia Taurina, organizada por la plataforma `Écija quiere toros´,
pincha aquí.