Blog Post

La ANFT nombra como Presidente de Honor a Agustín Arjona

Juan Antonio Jiménez Alguacil • 28 de septiembre de 2021

Máximo representante actualmente de una dinastía con antecedentes subbéticos

En la pasada Asamblea General extraordinaria de la Asociación Nacional de Fotógrafos Taurinos (ANFT), que se celebró por vía telemática, se aprobó la elección de, Agustín Arjona, como Presidente de Honor de esta joven asociación, que en la actualidad cuenta con un gran número de socios.

Según el presidente de la ANFT, Juan Andrés Viedma, esta distinción le ha sido "por su larga trayectoria en el mundo de la fotografía taurina, la cual sirve hoy en día de espejo para la mayoría de los fotógrafos taurinos".

La entrega de este galardón se llevará a cabo el próximo 13 de noviembre, en un acto en el cual la ANFT sigue trabajando, y que se celebrará en una ganadería de bravo sevillana.

Arjona, el toreo en un instante
Por José Enrique Moreno
Antonio Ordóñez decía que nada capta mejor el sentimiento del toreo que la fotografía. Seguramente el maestro de Ronda llegó a esta conclusión después de ver alguna instantánea de su amigo Pepe Arjona (Sevilla, 1921-idem, 2000), el fundador de una dinastía de fotógrafos taurinos que llega hasta nuestros días. Los Arjona han heredado la capacidad artística de plasmar en imágenes la armonía del toreo y su sentimiento. Esta firma lleva más de cien años captando, negativo a negativo, la historia del toreo. Tanto es así que muchos aficionados han construido su memoria histórica —incluso la de los toreros que nunca vieron en la plaza— a través de fotos de Arjona. Estamos, por tanto, ante una institución, un nombre que forma parte de la historia de la Tauromaquia.

El padre de Pepe, Agustín González Arjona (Priego de Córdoba, 1888-Sevilla, 1962), fue un notabilísimo dibujante y extraordinario retratista que instaló su estudio fotográfico en Sevilla en los albores del siglo XX. Aficionado a los toros, muchas tardes de corrida se llevaba su cámara a la Maestranza e inmortalizaba a los toreros de los primeros años del siglo sólo por el gusto de guardar sus imágenes, y ya captó instantáneas de Joselito o Belmonte tanto en la plaza de toros de Real Maestranza como en la desaparecida Monumental Hispalense. Este primer Arjona transmite la afición a su hijo con tanta fuerza que a Pepe Arjona le pica el gusanillo del toreo, y pronto alimenta sus ilusiones en el matadero de Sevilla, como se hacía en aquella época, junto a los Vázquez, con los que entabla una entrañable amistad. Con Pepe Luis y Manolo toreó el ganado cruzado que llega al matadero y empieza a acudir a los tentaderos, en los que comienza a llevar su cámara fotográfica.

Curiosamente, esta herramienta de trabajo le acompaña incluso en algunos festejos en los que intervine vestido de luces, como aquella tarde de Sanlúcar de Barrameda en la que apareció en los carteles con otro nombre porque su padre se oponía a sus inquietudes toreras. También toreó en Utrera y como sobresaliente en Isla Cristina junto a Antonio Ordóñez y Juan Posada, pero pronto descubrió que ése no era su rumbo y se aferró con fuerza a su cámara para marcar un antes y un después en la fotografía taurina.

Corrían los años cuarenta cuando Pepe Arjona echa a andar su carrera. Su gran amistad con Pepe Luis Vázquez y posteriormente con Antonio Ordóñez marcó de forma decisiva su forma de ver el toreo y de plasmarlo en sus fotografías. Muy pronto su obra aparece en las principales publicaciones de la época.

Su trabajo trascendió las fronteras con la secuencia de fotos de Ava Gardner cayendo de un caballo en la finca de los Peralta, imágenes que dan la vuelta al mundo al aparecer en Paris Match. Son innumerables las publicaciones ilustradas con las fotografías de Arjona: desde el Cossío —en su versión antigua y en la más actual— hasta Las rutas del toro en Andalucía, pasando por auténticos best sellers taurinos como Nacido para morir o Cómo ver una corrida de toros, sin olvidar los ejemplares de la colección La Tauromaquia de Espasa Calpe, entre los que cabe destacar Estirpe y tauromaquia de Antonio Ordóñez, El último revolucionario y La guerra secreta, y otros más de contenido histórico, como el titulado Medio siglo de toreo en la Maestranza.

Agustín Arjona (Utrera, 1962) es el único hijo varón de Pepe, y aunque inicialmente sus estudios de empresariales y su afición por el fútbol ocupan su tiempo, fue hasta 1979 cuando se cuelga una cámara de fotos con la intención de ayudar a su padre. Cambia entonces el fútbol por los toros y, con ello, poco a poco se produce el relevo generacional en la casa Arjona, que se consolidó en 1984.

“Espera”, éste era el consejo que Pepe Arjona daba constantemente a su hijo Agustín cuando éste se inicia en la fotografía taurina. Pepe era un amante del momento y enseñó a su hijo a esperar el toreo igual que un torero espera al toro en cada embroque. De la misma forma que Cartier Bresson busca en su obra lo que él llama “el momento decisivo”, Arjona se obsesiona por el instante y persigue la perfección del muletazo. Su fotografía fue distinta a todo lo que se había hecho hasta entonces. En definitiva, forja un estilo y crea escuela.

La primera vez que Agustín acude a la Maestranza para ayudar a su padre, capta con su objetivo una cornada al torero Navarrito, la cual apareció al día siguiente en la portada de ABC. Éste es su primer éxito profesional y a partir de ese momento acude cada domingo a la plaza sevillana y empieza a viajar para cubrir las ferias taurinas. Comienza entonces una carrera que llega hasta nuestros días con un grado de madurez en su obra que es difícil de igualar. Como le enseñó su padre, Agustín busca la conjunción y la armonía en la fotografía, “porque en definitiva el toreo es eso”, asegura. Actualmente, la revista Aplausos es el principal soporte de su obra, que también se ha visto plasmada en un buen número de libros, publicaciones y páginas web.

La casa Arjona ha tenido siempre una máxima: “para hacer buenas fotos de toros hay que conocer a cada torero y sentirlo”. Buena prueba de que estas generaciones de fotógrafos taurinos han llevado a la práctica esta filosofía de trabajo, es que desde Pepe Luis Vázquez a El Juli, todas las grandes figuras del toreo han sido fieles clientes. Toreros como Pepe Luis, Ordóñez, Rafael Ortega, Puerta, Viti, Romero, Paula, Capea, Manzanares, Robles, Ojeda, Espartaco, Muñoz, Joselito, Litri, Ponce, José Tomás y El Juli, entre muchos otros, acuden a Arjona cuando quieren difundir o guardar el recuerdo de sus grandes obras. Ellos saben que en esta casa “se les tiene cogida la medida”, que se conoce y se sabe plasmar las excelencias de sus tauromaquias.

Este trabajo fotográfico de muchas décadas tiene continuidad en la figura de Joaquín Arjona (Sevilla, 1978), sobrino de Agustín y nieto del mítico Pepe Arjona, de quien ha heredado esa sensibilidad e intuición plasmada en la armonía que debe presidir en toda fotografía taurina. Joaquín es un ejemplo de precocidad, pues ya desde muy niño forja su afición al mundo del toro acompañando a su abuelo a corridas y al campo. En 1993, con sólo catorce años, publica su primera foto en el semanario taurino Aplausos. Fue una tarde de Corpus en la que acude a la plaza de la Real Maestranza de Sevilla con una cámara que pide prestada a su abuelo. Esta fue su “alternativa” profesional y desde entonces no ha parado de trabajar.

Con quince años formó “terna” con su abuelo y su tío para cubrir la Feria de Abril de Sevilla de 1994. Forjándose como profesional junto a su tío Agustín, pasó a ser colaborador habitual del semanario taurino Aplausos, compaginando su vocación y trabajos fotográficos con sus estudios universitarios, licenciándose en Historia del Arte en la Universidad de Sevilla. En 2002 da un salto profesional y pasa a engrosar como fotógrafo la plantilla de redacción de la revista 6Toros6, donde aún sigue publicando su trabajo, acudiendo a las principales ferias de España, Francia o México y realizando reportajes de campo de gran calidad. Su trabajo ha venido a enriquecer una de las colecciones fotográficas más importantes del toreo.

El último eslabón de esta saga de fotógrafos es Agustín González Arjona (Sevilla, 1989), quien inicia sus pasos en el 2011, formándose y trabajando codo a codo junto a su padre Agustín y su primo Joaquín, cerrando por el momento el círculo de un nombre legendario en la fotografía taurina.

La casa Arjona tiene en su archivo la historia del último siglo de la tauromaquia en España perfectamente clasificada y ordenada gracias al trabajo de cuatro generaciones unidas por la afición al toreo y la fotografía. Esta familia forma un equipo que colabora en multitud de publicaciones taurinas y digitales. Los Arjona llevan en sus genes, además de una probada capacidad artística y un gran conocimiento del toreo, una forma de ser que les distingue. Pepe Arjona ha sabido transmitir a los suyos valores tan en desuso como la caballerosidad y el señorío, además de una contrastada profesionalidad. En definitiva, un saber estar como el complemento ideal de la brillantez de su trabajo.

 
Por Juan Antonio Jiménez Alguacil 19 de noviembre de 2024
Programa: 18-noviembre-24
Por Juan Antonio Jimenez Alguacil 14 de noviembre de 2024
Sección Taurina: 14-noviembre-24
Programa: 11-noviembre-24
Por Juan Antonio Jimenez Alguacil 12 de noviembre de 2024
Programa: 11-noviembre-24
Por Juan Antonio Jimenez Alguacil 7 de noviembre de 2024
Sección Taurina: 7-noviembre-24
Por Juan Antonio Jiménez Alguacil 5 de noviembre de 2024
Programa: 4-noviembre-24
Por Juan Antonio Jiménez Alguacil 31 de octubre de 2024
Sección Taurina: 31-octubre-24
Por Juan Antonio Jiménez Alguacil 31 de octubre de 2024
Programa: 28-octubre-24
Por Juan Antonio Jiménez Alguacil 24 de octubre de 2024
Sección Taurina: 24-octubre-24
Por Juan Antonio Jiménez Alguacil 22 de octubre de 2024
Programa: 21-octubre-24
Por Juan Antonio Jiménez Alguacil 17 de octubre de 2024
Sección Taurina: 17-octubre-24
Show More
Share by: